PRINCIPIO 1
Reconoce la vida a partir de la fertilización
La vida humana individual comienza en el momento en que Dios combina la célula reproductiva del hombre con la de la mujer y empieza la formación del cuerpo del niño en el vientre, lo que bíblicamente es llamado concepción, y biológicamente fertilización.
PRINCIPIO 2
Afirma el valor igualitario
Al momento de la fertilización, todo ser humano es creado igual y tiene el mismo valor y dignidad porque es hecho por Dios a Su propia semejanza.
PRINCIPIO 3
Oponte a la parcialidad en el juicio
El carácter de Dios, el cual es santo, aborrece la parcialidad en el juicio y las medidas desiguales, sin embargo, una medida justa es Su delicia.
PRINCIPIO 4
Sigue el ejemplo de Dios
Consistente con el carácter de Dios, la Palabra de Dios trata a las personas por nacer igual que a quienes ya han nacido, esto implica que la justicia se ejerza de la misma forma cuando ambas sean víctimas de crímenes, e inclusive, utilizando los mismos términos para describir a los niños, ya sean por nacer o nacidos.
PRINCIPIO 5
Clama por justicia
Dios manda que las autoridades civiles desplieguen la justicia en general, y que practiquen la justicia para los huérfanos específicamente, y prohíbe ejercer la parcialidad en el juicio.
PRINCIPIO 6
Obedece a las autoridades que gobiernan
Siempre que esta no vaya contra Su Palabra, Dios declara: “Sométase toda persona a las autoridades que gobiernan".
Ro 13:1-7; Tit 3:1; 1P 2:13-17.
En los Estados Unidos, las principales autoridades del gobierno civil son la Constitución de los Estados Unidos, “la ley suprema del país”, y las constituciones de los estados (Artículo VI, Cláusula 2 de la Constitución de los Estados Unidos).
La Constitución de los Estados Unidos establece: “Ningún Estado… dentro de su jurisdicción le negará a persona alguna la protección legal igualitaria” (La Decimocuarta Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos).
Varias constituciones estatales tienen disposiciones similares (Recuerso en inglés).
PRINCIPIO 7
Ama a tu prójimo por nacer
Jesucristo ordena lo que comúnmente se llama la regla de oro, la cual dice que “todo cuanto quieran que los hombres les hagan, así también hagan ustedes con ellos”, y hace un resumen en las Santas Escrituras de cómo debemos pensar y actuar con nuestro prójimo, desde la fertilización, y más allá, con la ley principal de: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo".
Mt 7:12, 19:19, 22:39; Mr 12:31; Lc 6:31, 10:27; Lv 19:18; Ro 13:9; Ga 5:14; Stg 2:8.
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